En Memoria

Servicio Especial

Juan Antonio Ibarra
Apatzingán, Michoacán. | 14 octubre 2o25
TCDA
Jacqueline Toribio Villegas

Amor y sinceridad...

Juan 11:25

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Es para nosotros un placer compartir con ustedes el servicio especial que tuvimos el pasado 12 de octubre del 2025, en el Tabernáculo de la Ciudad de Apatzingán, se llevó a cabo un Servicio Especial de Memorias, un encuentro lleno de gratitud, esperanza y llamado espiritual.

El Pastor Oficial, hermano Juan Ibarra Pantoja., dio apertura al servicio con una predicación breve pero inspiradora, abordando el tema de la muerte y la resurrección, tomando como base las Escrituras de San Juan 11:25. Tras este mensaje, nuestro Pastor Fundador el Hno. Juan Ibarra Torres tomó el lugar para recordar con profundo respeto y orgullo la memoria de los hermanos que nos precedieron en la fe, resaltando su ejemplo, su servicio y el legado espiritual que dejaron a la iglesia.

Más allá de las Memorias, este servicio tuvo un propósito profundamente evangelístico: se invitó especialmente a los familiares de los hermanos que ya partieron, muchos de los cuales no asisten a la iglesia o se habían alejado del camino del Señor. La finalidad fue compartirles la Palabra de Dios, tocar sus corazones y darles la oportunidad de entregar su vida a Cristo Jesús.

Durante el servicio se vivieron momentos de gran sensibilidad espiritual. En el altar se realizó una oración especial por cada familia invitada, para que la gracia del Señor obrara en sus corazones. Con amor y sinceridad se les recordó que este es el tiempo de volver a Dios:

—para los que un día estuvieron y se apartaron,

—y para aquellos que nunca antes habían conocido al Señor.

Fue un llamado lleno de misericordia, donde se sembró La Semilla del Evangelio y se proclamó que todavía hay esperanza para todo aquel que cree.

Como iglesia, damos gracias a Dios por permitirnos vivir este tiempo de consuelo y salvación, recordando a quienes nos precedieron en la fe y extendiendo la invitación de la vida eterna a quienes hoy escucharon el llamado del Espíritu Santo. Que Dios les bendiga.