Visita de Fortalecimiento al TCDC

Ana María Suárez
Coatzacoalcos, Veracruz / 09 mayo 2019
TCDC
Fotografía: Julissa Borromeo

"El Poder de Dios para Transformar"

Romanos 12:1-2

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.


Dando seguimiento al lema: “2019 La Continuidad de los Grandes Cambios”, los días 4 y 5 de mayo recibimos con gusto a nuestro Hno. Jorge Santiago Rivera, Pastor del Tabernáculo de Huimanguillo, Tabasco, juntamente con su apreciable familia y quien llevó a cabo un trabajo de fortalecimiento y preparación.

El día sábado dimos inicio con una plática por parte del Hno. Jorge Santiago, acompañado por su esposa la Hna. Rosita Zúñiga, titulada: “El Proceso de Adaptación”, comentando que nuestra Iglesia se encuentra en un tiempo de cambio, por lo tanto todo es diferente y con ello se presentan las variaciones de ritmo y vueltas de esquinas debido a que tenemos un Josué en nuestros medios; que es un nuevo ministerio, debiendo ligarnos a un proceso de adaptación de cual entendemos que no son formas creadas por nosotros, si no formas y maneras de Dios a través de su Palabra para ello requerimos un cambio de mentalidad primordialmente para que Dios pueda cambiar nuestro corazón.

Para el día domingo el tema fue: “El Poder de Dios para Transformar”, se tomaron las escrituras de Hebreos 2:1, Romanos 12:1-2 y nuestro Hno. Jorge nos hizo ver que el hombre por naturaleza es conformista lo que deriba en aceptar algo que es insuficiente, que no llena, que no cambia, es por ello que se requiere de los grandes cambios porque continuar con los mismos patrones no trae los resultados para poder lograr una Iglesia con una calidad de Espíritu y no podemos descuidarnos, porque los descuidos tienen consecuencias, así que hermanos ¿Cómo descuidaremos una salvación tan grande?

Por la tarde pudimos disfrutar de una convivencia preparada para nuestros pequeños guerreros, tratando de aprovechar el tiempo y renovar los lazos de compañerismo en nuestra Iglesia.

Estamos muy agradecidos y bendecidos con este trabajo que se ha realizado y aprovechamos a enviar saludos al cuerpo apostólico y a nuestra Iglesias hermanas de la República Mexicana.

Dios les Bendiga.