Visita Apostólica

Braulio del Rosario
Coatzacoalcos, Veracruz / 23 julio 2020
TCDC
Fotografía:José Luis Rojas

"2o2O es el año de la buena intención

y el buen deseo de Dios"

Isaías 61:1-4

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. 4 Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.

Amados lectores aun en estas líneas no pudiéramos expresar cuan contentos y agradecidos con Dios estamos porque Él no nos ha dejado solos y por qué podemos mirar los efectos de la era apostólica en México que ha traído numerosas bendiciones a esta región sur sureste de nuestra república mexicana, en donde del 17 al 19 del mes de Julio recibimos la muy grata visita apostólica de nuestros hermanos Alfredo González acompañado de su amada esposa nuestra hermana Rosita Ruíz y Alberto Gómez, junto a su fina esposa la hermana Paty González y su hija Sofía; asimismo, nuestro hermano Javier Guido y su hija Iveth.

En su primera actividad nuestros hermanos arribaron a una comunidad cercana a Tlacuilolapan donde se reunieron con los Pastores y Responsables de Obra de esta región para llevar a cabo una plática concerniente a nuestra preparación rumbo a nuestra fiesta de jubileo en donde se nos exhortó a no bajar la guardia y a no detenernos para poder arribar en óptimas condiciones; tal y como el Espíritu Santo lo requiere, tomando los acuerdos necesarios para lograr el objetivo.

El día domingo ya en el Tabernáculo de la Ciudad de Coatzacoalcos, nuestro hermano Alberto compartió la Palabra de Dios trayendo un mensaje que hizo detenernos para mirar lo que nos hace falta en este tiempo, entrando en una hermosa unción para cuidar el avivamiento que se mueve en nuestro país a causa del Jubileo que vivimos. Con el Tema: “Los Beneficios del Año de Jubileo 2020” y tomando las escrituras de San Lucas 4:16-22 e Isaías 61:1-4, mencionó que la historia siempre se repite como lo marca el Mensajero en sus predicaciones y que las escrituras siempre tienen un cumplimiento múltiple. Nos marcó que el 2020 es el año de la buena intención y el buen deseo de Dios; su buena voluntad, para que nos vaya bien; al decir que es “SU VOLUNTAD” es porque todo el tiempo hemos hecho a nuestra voluntad y eso nos ha traído consecuencias negativas para nuestras vidas, pero Dios ha venido con una buena voluntad para restaurarlas.

Los beneficios del año 2020 es que nos trae un jubileo, un pentecostés ligado al Bautismo del Espíritu Santo, los 10 años de la apertura de la Era Apostólica en México, la doble porción del Espíritu Santo para que lo literal camine paralelo con lo espiritual, el colirio para nuestra vista y así logar una visión 2020 y todos los atributos de un jubileo. Eso hizo detenernos y reflexionar, que no es cualquier fiesta, ni cualquier evento, por lo tanto, no podemos llegar con cualquier preparación, ni con cualquier clase de expectativas, porque es la última oportunidad que Dios nos está dando, porque Él ha sido misericordioso, paciente y tolerante y esto ha provocado que nos confiemos y que nos salgamos de la línea. Al final Dios a través de nuestro predicador nos extendió su gracia pues nos reveló la manera de regresar para aquellos que un día se alejaron de este Glorioso Mensaje y nos hizo ver que existen muchas maneras de irse, pero solo una para regresar a ese pentecostés original, en este tan año tan grande y tan especial, la buena voluntad Dios está promoviendo nuestro regreso a cada uno de nosotros para inocularnos con el bálsamo de Dios, el cual es una doble cura: la primera es la Sangre de nuestro Señor Jesucristo que nos limpia y perdona nuestros pecados. La segunda es el Espíritu Santo que estuvo en Él, lo que nos llena y nos prepara para su servicio. Tenemos que saber cómo opera la Sangre y hacer que opere en nosotros y la única forma que opera es arrepintiéndonos y confesando nuestras faltas y pecados y así podremos regresar a las obras de la fe por su correcta voluntad.

Al final de tan glorioso servicio y después de compartir los alimentos nuestro Hno. Alfredo impartió una plática a los varones presentes para fortalecimiento del ministerio, los dones y los oficios, pues nos dio a entender que para los retos que vienen se requiere de hombres entregados y convencidos de servirle a Dios con todo el corazón y así nos presentó a un grupo de hombres para trabajar con un mayor orden y una mayor visión tomando siempre como dirección al ministerio Apostólico junto a nuestro Pastor, y al final pudimos tomarnos de la mano y decir esas palabras tan especiales: “AMIGOS Y COMPAÑEROS DE BATALLA, JUNTOS HASTA EL FINAL; PARA LA HONRA Y GLORIA DE DIOS, QUE ASI SEA”.

Después de una Jornada llena de trabajo, el día lunes Dios nos permitió tener buen tiempo disfrutando del compañerismo a lado de nuestros hermanos y amigos en un lugar muy especial a las afueras de nuestra ciudad, donde pudimos disfrutar de las maravillas en esta localidad de Soteapan, Ver.

Dios los bendiga grandemente y esperamos próximamente volver a escribir para ustedes, saludos a todo el equipo que hace posible este trabajo.