Un día de grandes cambios para el Tabernáculo de la Ciudad de México fue el pasado domingo 11 de agosto en donde participamos de un Servicio Especial en el campo para que, como uno, podamos hacer frente al reto de la reconstrucción. Tomando el lugar nuestro Pastor el Hno. Ángel González dio la bienvenida a todos los presentes al espacio que Dios le dio a nuestro Hno. Alfredo y nuestra Hna. Rosita agradeciéndoles por tan fina atención, procedió a leer la escritura en Eclesiastés 1:1-3, haciendo énfasis en el elemento comunicación que en este tiempo de grandes cambios juega un papel muy importante, asimismo, referenciando la escritura en donde dice: “Tiempo de destruir y tiempo de edificar” que es el tiempo en donde hemos arribado. Dando el lugar a nuestro Hno. Alfredo González, Pastor Fundador del TCDMX y Apóstol del Señor Jesucristo quien llevó a cabo una plática de suma importancia para nosotros, agradeciendo la presencia de la Iglesia y el cuerpo administrativo, brevemente invitó a nuestra Hna. Rosita quién dio una cálida bienvenida a todos los presentes a su hogar.

Esta plática llevó por tema: “La Reconstrucción y su alto grado de dificultad” tomando la escritura de Efesios 2:20-22 en donde explicó que en la tierra es donde se principia colocar la base en lo literal pero que en lo espiritual la tierra somos nosotros, donde el Espíritu Santo viene y la inspecciona porque Él va a construir un edificio el cual representa un alto grado de dificultad a consecuencia del tiempo y también para nosotros la tierra en donde estamos reconstruyendo representa un alto grado de dificultad pero que día a día tenemos que levantar una experiencia para enfrentar este trabajo poniendo el corazón por delante, remarcando que si entendemos ese alto grado de dificultad, vamos a permanecer en pie, porque el tiempo de cumplir la escritura de Isaías 54 en un grado más elevado está aquí.

Alto: Levantado sobre el nivel de la tierra, más elevado con relación a otro término inferior porque nuestro origen no es terreno; somos criaturas de la eternidad que entramos en un límite llamado tiempo, pero que un día regresaremos a la eternidad y lo que nos liga a eso es el nuevo nacimiento.

Grado; Peldaño, cada una de las partes de un tramo de una escalera que sirve para apoyar el pie para subir o bajar de ella, cada día damos un paso más hacia arriba a través de esa escalera que une el cielo con la Tierra.

Dificultad: En todas las cosas Ud. enfrentará una lucha y una batalla para lograr la victoria, pero ahí es donde se logra el carácter para salir adelante y convertirnos en un vencedor porque esta es una edad espiritual, la edad del vencedor, lograr los elementos para vencer lo inconveniente y aprender a usar la inteligencia divina para poder conectarnos de lo literal a lo espiritual y formar parte de la Novia del Señor Jesucristo de esta edad, que es donde concluye el drama del hombre sobre esta Tierra.

Reconstruir: Volver a construir, recomponer las partes que faltan a un edificio; por eso siempre hará falta una reconstrucción, pero no solo es reconstruir en lo literal, porque es un paralelo y el Espíritu Santo lo probó el 31 de diciembre de 2017, revisar nuestra base y lograr seguridad. Y dijo el Señor derriba todo y regresa a la cimentación; no solo es participar de una reconstrucción en lo literal, lo esencial es poder reconstruir nuestras vidas desde la base porque muchos de nosotros lo necesitábamos, Unir.

Estamos dando una vuelta de esquina y en este punto es donde encontramos el problema, porque no podemos construir una barda recta como los pentecostales, el Espíritu Santo viajó a cada hogar para hacernos responsables; los capitanes en tiempo de cambio buscamos la supervivencia de los elementos, nos encontramos en un paréntesis en donde se requieren los elementos: Dirección, Orden, Cuidado, Compromiso y la Resistencia, enfatizando que el Director de esta Obra es el Señor Jesucristo; la demanda es caminar como un ejército en orden y la única manera de resistir es estar en los terrenos de Dios, porque el Verdadero TCDMX es usted y yo. Entonces el Nuevo TCDMX será reconstruido si cada uno de nosotros logra una reconstrucción en nuestras vidas porque ese es el reto que lo espiritual levante lo literal. El alto grado de dificultad somos nosotros, por lo tanto, durante todo este tiempo debemos buscar y encontrar las formas y maneras de protégenos unificarnos y fortalécenos; “Todos como uno y uno como todos por nuestra reconstrucción”.

Posteriormente el Hno. Alfredo convocó al ministerio presente para dar sus puntos de vista con respecto el acuerdo que consiste en honrar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo y todas las actividades dominicales del TCDMX en este espacio tan agradable levantando todos los presentes nuestra diestra en señal de respaldo a este compromiso.