Los pasados días 14 y 15 de Abril del año en curso, tuvimos en el Tabernáculo de la Ciudad de Saltillo el honor de celebrar servicios especiales, acompañándonos la Misión de Monterrey, entendiendo que el tiempo y la visión Apostólica nos están indicando el regresar a revisar nuestras bases espirituales principales, como lo son el Bautismo en Agua y el Nuevo Nacimiento.

Iniciando el día sábado Nuestro Pastor el Hno. Samuel Pachicano con el Tema: La Promesa del Padre, bajo las escrituras de San Juan 3.3 y Hechos 1.1-5. Haciendo énfasis en cómo es que este es un tiempo de Gracia y por consecuente es una valiosa oportunidad que Dios nos está brindando para anclar nuestras vidas a Él de una manera definitiva; todo esto bajo una revelación genuina de la Palabra a nuestros corazones. Se nos exhortó a dejar a un lado todo peso de intelectualidad que hemos cargado por muchos años como creyentes de este Mensaje, dejar de hablar tanto y manifestar a Dios en nuestras vidas. Siendo grandemente bendecidos y preparando la atmósfera, se concluyó el día sábado con la victoria en la cuál 7 preciosas almas aceptaron a Nuestro Señor Jesucristo como el Único Salvador de sus vidas.  

 El día domingo por la mañana, la Palabra de Dios fue voceada por nuestro Hno. Manuel Pachicano, con el tema: Una Experiencia Personal con Dios. Poniendo como ejemplo la historia de Moisés, y como fue que le tomó a Dios 40 años lidiar con él para cambiar su situación, y trayendo ésta analogía a nuestras vidas, como es que hemos caminado por años en la iglesia y eso no significa nada aún, sino hasta que nos hayamos encontrado con Dios en esa Zarza de su Presencia, la experiencia de ser nacidos de nuevo por la Palabra, esa seguridad que hemos pasado de muerte a vida. Y como es que hoy esa Zarza está recorriendo el país de lado a lado haciéndose una realidad, pero la pregunta que se planteó fue: ¿Cuándo voy yo a hacer válida esa promesa en vida, si todos los elementos para lograrlo están aquí?

 No paso mucho tiempo ni muchas palabras para que Dios descendiera a cada corazón necesitado y se hiciera presente en nuestros medios, dando como resultado el nacimiento de nuevos corderos bajo la imposición de manos del ministerio local, sin duda es y será un día memorable para muchos de nosotros.

 Para concluir se hizo una oración por Nuestro Pastor y su familia, comentando que a casi un año de nuestra Transición Pastoral los beneficios y los resultados han sido más que notorios y favorables. Dando gracias a Dios porque en todo momento la visión Apostólica ha sido para preservación de vida. Desde la tierra del Sarape, les enviamos un cordial y cariñoso saludo a todos nuestros hermanos en nuestra nación y más allá de nuestras fronteras, mirando que todos estamos unánimes trabajando bajo los mismos objetivos. ¡Dios les bendiga!