Sabemos que estamos viviendo un año de jubileo, un año de fiesta y liberación, pero también, puede ser, para algunos, un año de juicio o perdición, no obstante, el ministerio ha hecho constantes llamados a meternos dentro de esta unción buscando a Dios de manera individual o personal, como familia, pero también, como Iglesia, y es por ello, que como parte de este trabajo de alineamiento, el pasado día domingo 30 de agosto del año en curso, nuestro Pastor, el Hno. Ricardo Yáñez, convocó a una salida al campo con toda la Iglesia. La cita fue a las seis de la mañana en el lugar denominado El Otate, para llevar a cabo un servicio de oración al amanecer, con la finalidad de poder clamar juntos a Dios por una consolidación de esa doble porción del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Durante una breve predicación, nuestro Pastor invitó a reflexionar sobre si realmente estamos en el lugar que tenemos que estar para ser partícipes de este jubileo, comentó que es una necesidad urgente hacer un alto y detener de una vez por todas todos nuestros malos actos y todas nuestras malas actitudes, que dejemos ya de vacilar entre dos pensamientos y que enfoquemos nuestra mirada en Cristo. Comentó, que a esta altura del tiempo, no deberíamos de estar hablando de una preparación, sino que el salir al campo a orar, el buscar a Dios, llenarnos con Su Palabra, hacer un altar en nuestro hogar, convertir nuestro hogar en un templo del Espíritu Santo, hablar de Dios con nuestras familias, todo eso, debería de ser algo que hiciéramos porque nace desde el fondo de nuestro corazón, debería haberse convertido ya en nuestra clase de vida.
Enseguida, fuimos invitados a orar doblando nuestras rodillas y clamar a Dios una vez más por su gracia para que nos permitiera vivir este jubileo en la manera exacta, con ese Bautismo del Espíritu Santo y Fuego en nuestras vidas, siendo nuestro Pastor quien presidiera la oración para posteriormente imponer sus manos sobre cada uno y pidiéndole a Dios por todos nosotros.
Al concluir, Dios nos permitió, también, tener un tiempo de esparcimiento y compañerismo entre los hermanos, que realmente fue muy apropiado y reconfortante. Damos gracias a nuestro creador por esta oportunidad.