Durante el fin de semana del 21 al 23 de octubre, fuimos testigos del segundo encuentro de carácter ministerial nacional de este año 2016, el cual se realizó en las instalaciones del hotel Holiday Inn Ciudad de México Perinorte con una asistencia cercana a las 200 personas y bajo el lema: “El Entronque De Tiempo Apostólico”.

Sin duda, fue un encuentro peculiar al darse cita por primera vez, en una reunión de este tipo, las esposas de cada uno de los hermanos invitados, lo cual, permitió hacer un trabajo más completo y trascendental para que todas nuestras hermanas ampliaran también su campo de visión respecto al trabajo que se debe realizar en las iglesias, pues entendemos que la primer persona con quien tenemos que lograr hacer equipo y ponernos de acuerdo es con nuestra esposa.

De esta manera, la reunión dio comienzo el día viernes 21 por la tarde con una primera plática llevada a cabo por nuestro Hno. Alfredo González, quien abordó el tema “El Entronque De Tiempo Apostólico” haciendo énfasis en la perfecta relación que debe existir entre Cristo como la cabeza del hombre y el hombre como la cabeza de la mujer, mencionando que: “para lograr esta armonía entre Cristo, el Pastor, la esposa, la familia y la iglesia es necesario que, antes que nadie, el hombre que está al frente, logre las promesas de Dios, porque Dios desciende y condesciende. Tenemos que entender que Dios lidia directamente con el hombre e indirectamente con la mujer y que el enemigo lidia directamente con la mujer, por lo que es el hombre quien debe hacer un trabajo para llevar adelante a su familia y a su Iglesia y convertir a su esposa en esa verdadera ayuda idónea, porque en muchas ocasiones, lejos de convertirla en nuestra ayuda la convertimos en nuestra cómplice, obstruyendo nuestro propio desarrollo y por eso nos quedamos pequeños. Pero, por el contrario, si mejoramos nosotros, mejoran los demás, porque Dios no nos llamó para atrasar o bloquear Su Obra. Necesitamos tomar hoy lados con Jesús y eso significa también tomar lados con la esposa y con el esposo”.

El día sábado 22 fue un día intenso en el que se realizaron cuatro pláticas y la clausura del evento ese mismo día por la noche.

La actividad comenzó desde las nueve de la mañana con la plática de nuestros Hnos. Otniel González y Elmer Méndez, con el tema “La Transición Pastoral”, que nos hablaron sobre el trabajo de transición que comenzó a hacer nuestro Hno. Alfredo desde el año 2004 y que sin embargo, a esta altura del tiempo, no hemos acabado de entender la importancia de este trabajo. Mencionaron que: “las causas por las que un pastor debe dejar sus funciones son: por vejez, enfermedad, muerte, falta de visión, pecado y/o cumplimiento de su trabajo. Teníamos que haber empezado a preparar a los hombres a nuestro lado para un día tener a alguien que pueda dar continuidad al trabajo y que la iglesia pueda ir más adelante. Este trabajo de transición pastoral es un trabajo apostólico y es también para preservación de vida del pastor fundador”.

En una tercera plática participaron nuestros Hnos. Eleazar Ponce y Antonio Tovar con el tema: “Los Pastores Asociados” quienes abordaron la importancia de contar con un Pastor Asociado en nuestra Iglesia y las características con que debe cumplir. Comentaron que: “un pastor asociado debe tener un don pastoral para poder hacer el trabajo y que la elección de este hombre debe ser consensada entre el pastor y el obispo para después ser aprobado por la Iglesia. Cuando se logra colocar a un verdadero pastor asociado, la iglesia no va a batallar para entender la transición pastoral, pues con anticipación se sabe quién continuará el trabajo, pero es el pastor quien tiene que pulir la pieza que va a estar a su lado, y sin importar cuan joven pueda ser el pastor no se puede confiar”.

Durante una cuarta plática, a cargo de nuestros Hnos. Ángel González y Ricardo Yáñez, titulada “Mi Hogar y Mi Salud Física”, se habló acerca de la edificación de los tres tabernáculos: la iglesia, la casa y nuestro cuerpo físico, con lo que se tocaron puntos como la necesidad de mantener sanos nuestros cuerpos para poderle servir mejor a Dios, a nuestra familia y a Su Iglesia, enfatizando en que se debe trabajar en lograr una congruencia en el aspecto de nuestras casas y nuestras iglesias con respecto a este glorioso Mensaje que tenemos. Se dijo que hay que exhortar a los matrimonios a construir sus casas, porque el rentar se ha convertido en un mal hábito, pues como hombres de Dios, el no tener una casa nos limita también.

Finalmente, retomando el lema de la reunión: “El Entronque De Tiempo Apostólico”, se llevó una quinta y última plática por parte de nuestros Hnos. Alberto Gómez y Rafael Toribio, quienes ampliaron este tema haciéndonos ver que ciertamente cuando hay un entronque, viene un problema, pero por causa de que no entendemos el cambio. Se dijo que: “en este tiempo lo que Dios estaba queriéndonos decir a todos, es que habíamos fallado y que habíamos abandonado el puesto del deber, pero no obstante, se nos extendió la carta del perdón, pero un perdón no es un perdón si no es aceptado y un perdón es la liberación de la culpa”. Esto, nos llevó al clímax de la reunión en el que el Espíritu Santo descendió para exhortar a cada ministro a reconocer que se han confiado y a mirar que la Iglesia depende del trabajo que cada hombre está realizando, porque no podemos ir a nuestras iglesias y decirle a la gente que no hemos entendido el entronque si primeramente no lo hemos entendido nosotros.

Así cerró este segundo encuentro nacional que culminó con la oración de cada uno de los presentes y del cual todos salimos grandemente bendecidos y fortalecidos para continuar trabajando por este Mensaje, por la Iglesia del Señor y por nuestras familias.

Said Martínez Linares