Un nuevo amanecer ha llegado, un nuevo año se abre ante nosotros para mirar como aquellos hombres y jóvenes que subieron a las colinas en la antigüedad para mirar los primeros rayos de sol de este Año de Jubileo, nos complace compartir las buenas nuevas que vivimos en México a través de esta nota.
Para principiar las actividades fuimos recibidos el día viernes con la primera plática por parte de nuestro Hno. Otniel González con el Tema “La visión 20/20” hablando acerca de la vista del ser humano, una persona con una vista perfecta recibe esta calificación en un examen ocular, y hablando espiritualmente los siervos de Dios contamos con una visión, y nosotros debemos revisar siempre, de tiempo en tiempo nuestra visión en base a nuestros resultados, vimos los casos de visión en la antigüedad como la visión del apóstol Judas, el profeta Juan bautista, El Pastor Ramsés, Giezi el sirviente de Eliseo y el guerrero Caleb, y tomando atención como la visión de un hombre no está ligada a que tan grande sea su llamamiento, sino de su relación personal con Dios, y aun así la visión de un hombre se puede perder con el tiempo por cumplimiento de su trabajo o si no se renueva, el caso sobresaliente en estos testimonios es el de Caleb, tipo de la Novia, ni Moisés ni Josué perdieron su visión ni su fuerza hasta partir de esta tierra y Caleb igualmente a mas de 80 años estaba tan fuerte y listo como cuando principió su trabajo.
El día sábado la cita fue de madrugada para encontrarnos con Dios en la montaña, momento en el que al final nuestro hermano Alfredo habló acerca de este estilo de vida, el hombre de Dios está ligado al campo, a la naturaleza y tenemos una cita en la naturaleza cada siervo de Dios para buscar el día en que Dios nos confirme como siervos de su Espíritu.
Comenzando las pláticas del día nuestro Hno. Alberto Gómez continuó el tema de la Visión 20/20, hablando acerca de los factores que aceleran el desgaste de la visión como el entretenimiento y el tiempo desperdiciado fuera de la lectura, la oración y el servicio a los santos.
Continuando con una exposición de parte de nuestro Hno. Elmer Méndez con el tema: “La segunda fiesta de la Iglesia en México”, si usted ha seguido este trabajo es consciente de la primera fiesta que la Iglesia tuvo en México en el año 2010 que marcaba el fin de una generación y el inicio de otra, hoy a 50 años del inicio del trabajo de evangelismo de nuestros hermanos venezolanos, estamos en un jubileo por los 50 años de que inició la labor de regar la Simiente de Dios en nuestro país.
Continuando con la participación de nuestro Hno. Ángel González bajo el tema “La preparación para la convención mexicana”, recordando que como iglesia tenemos dos alas, o dos partes, la parte espiritual y la literal y que llega el momento en que no las podemos separar, ahora es tiempo de mostrar en este año gemelar que tenemos la victoria en ambos frentes, retomando y poniendo siempre en primer lugar que Dios tiene un canon para bendecir a su pueblo y esa es la única forma de lograr un desarrollo.
Posteriormente nuestros hermanos organizadores de la convención ultimaron anuncios y acuerdos con todo el ministerio para poder celebrar nuestra convención.
El día domingo principió con una poderosa intervención de parte de nuestro Hno. Alfredo González, a manera de una plática de asentamiento con el tema: “La Historia de la Iglesia en México” y el sub tema: “El Año Agradable”; quien empezando como un propio testigo de las cosas, nos hizo un viaje por el tiempo desde 1970 hasta la fecha, a 50 años Dios abrió un tiempo de Jubileo para el país, el Espíritu Santo marca un año de volver a nuestra heredad, reclamar con un título de propiedad legal todas nuestras posesiones, cerrando con una oración sublime hicimos todos y cada uno de nosotros el compromiso de no faltar, y de no permitir que nadie falte a esta gran fiesta que es solo para nuestra nación mexicana.
Tenemos una cita y ahí nos veremos, ¡amén!
Isaías Ponce
Pastor del Tabernáculo del Valle de México
Fotografía
Eduardo Molina, Fernando Vázquez, Aarón Servín