El Shofar está sonando, la lucha ha arreciado y no podemos descuidar nuestra preparación, por causa de nuestras vidas y nuestras familias. Las ansias han sido consumadas, es tiempo de obtener la doble porción.
Desde Atongo les compartimos las buenas nuevas del recurso que Dios nos ha dado para regresas a nuestra herencia y el jubileo.
Con una preparación intensa, los guerreros de Atongo, Querétaro, San Pedro, Actopan y Zimapán; se logró estar en forma a través de la oración, ayuno, salidas a la montaña, pláticas con la Iglesia, servicios en casa, construcción en nuestras Iglesias, con sus músculos de fe ejercitados por el trabajo en lo espiritual y lo literal, arribamos a nuestra séptima fiesta.
Para el día sábado 14, la cita fue en el Tabernáculo de Atongo a las 5:00 p.m. Siendo el portador de la Palabra el Hno. Otniel González, Apóstol de Nuestro Señor Jesucristo; el cual abordó el tema: "2020 Año de Jubileo en México", tomando la escritura base, Levítico 25:9-10. Remarcando que el jubileo tiene dos caras: liberación y regreso a mi herencia. Y que para ser libre se necesita oír el sonido de la trompeta, y saber el significado de la trompeta. Sé enfatizó que el sacerdote es el responsable de tocar fuertemente la trompeta, recorriendo toda su tierra y pregonar libertad. Donde el sacerdote es el ministro y la trompeta es el evangelio. Lo que lleva a primeramente vivir una vida limpia al ministro y condenar más fuertemente al pecado. Al final hubo un llamado al altar para obtener nuestra liberación y así estar listos para el servicio siguiente.
La cita para el día domingo fue a las 8:00 a.m. ahora el hermano Otniel habló del tema: "El regreso a nuestra herencia"; con base a las escrituras levítico 25:9-10, San Mateo 21:1-3. Fue dicho como el pueblo de Israel tenía una herencia a través del hijo de promesa para ocupar esa Tierra por la gracia de Dios y ser partícipes de las bendiciones. Así la nación mexicana por medio de la línea de vida, tiene una familia la cual es llamada todo este año 2020 porque es tiempo de liberación y de regreso. ¿Que hay en esa herencia?; está todo, dos canastas de recursos espirituales y literales.
Había una Iglesia tan receptiva, El Espíritu Santo llenó todo lugar, primero se oró por el ministerio presente acompañados de sus amadas esposas; para posteriormente orar por toda la audiencia al hacer una fila de oración.
Agradecemos a nuestro Señor Jesucristo por permitirnos este glorioso tiempo, al ministerio apostólico por su esfuerzo en favor del éxito de este importante evento, juntamente con las Iglesias y misiones que hombro a hombro sumaron esfuerzos para lograr el objetivo.
Dios los bendiga.
Hno. Rafael Toribio
Fotografía
Eder Bobadilla