1 Corintios 11:23-26
23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
(17) Ahora, solo tenemos tres ordenanzas Divinas físicas que nos dejaron: una de ellas es—es la comunión; lavamiento de pies; bautismo en agua. Solo esas tres cosas. Ahí está la perfección, en las tres, ¿ven? Y esas son las únicas tres ordenanzas que tenemos. Y vemos que ese fue el tema que San Pablo entregó en el Nuevo Testamento. (COMUNIÓN, SPN65-1212)
El tiempo y el escenario han cambiado, no somos los mismos; se ha declarado por el ministerio apostólico el Inicio de Una Nueva Era Espiritual, asimismo, durante la 1ra. Reunión Ministerial Nacional de este año 2022 se ha marcado el comienzo de una nueva caminata ministerial, una oportunidad de hacer mejor las cosas: Logrando la cuarta vuelta de esquina del Fundamento de la Gran Obra Maestra del Tiempo del Fin, el turno de la perfección; El Tiempo de José, y buscando precisión en cuanto a nuestra tarea de preparación para nuestra próxima fiesta solemne en agosto del 2022, a realizarse por quinta ocasión en el Centro Citibanamex de la Ciudad de México.
Bajo inspiración del Espíritu Santo, y dirección de nuestro Pastor el Hno. Ángel González Ruiz y el ministerio apostólico, fuimos convocados a celebrar La Santa Cena a nivel nacional, involucrando a todas las Iglesias hermanas y Misiones asociadas a este glorioso compañerismo, uniéndonos en un mismo corazón y por un mismo objetivo el día 12 de marzo a las 20:00 horas.
Agradecemos a Dios por este hermoso tiempo y rogamos a Dios que esto pueda descender a más hijos de Dios para lograr proyectar a un Dios Vivo en este tiempo del fin.
(42) Como para todas las cosas, es necesario que Ud.—Ud. sea sincero. Dios quiere que venga desde el fondo de su corazón. Recuerde: el mismo Dios que lo trajo a Ud. aquí a la tierra es Aquel que Ud. está sirviendo. ¿Ve? (43) Ud. está haciendo esto porque Él lo dijo, porque es una ordenanza Suya. Entonces debemos venir con profunda sinceridad, sabiendo que por la gracia de Dios hemos sido salvos. Y nosotros—nosotros Lo amamos y hemos sentido Su Presencia, y vemos—vemos como Eso cambia nuestras vidas. Todo nuestro— nuestro ser cambia; somos—somos—somos personas diferentes. No vivimos como antes, no pensamos como antes.
(COMUNIÓN, SPN65-1212)
Aarón Servín
Fotografía
CMR