Hace poco más de dos años, que nuestro hermano Alberto Gómez Velasco, Apóstol del Señor Jesucristo, comenzó a asistir a nuestros hermanos en la Misión de Cuernavaca, Estado de Morelos, a fin de llevar a la iglesia a la Promesa del Establecimiento, sin duda, un trabajo que requiere de mucho esfuerzo y de nuestras oraciones. A la fecha, nuestros hermanos, a pesar de las adversidades y de ser pocos, han logrado un gran avance en la construcción de su iglesia y cuentan aún, con el deseo de adquirir dos terrenos más que están aledaños al suyo, lo cual habla del amor y dedicación que han puesto en la Obra.

De esta forma, el pasado sábado 24 de junio, fuimos recibidos por nuestro Hno. Hugo Ocampo, Responsable de la Misión, en su casa. A la cita asistió nuestro Hno. Alberto Gómez, su esposa, una de sus hijas y un equipo de trabajo del Tabernáculo de la Ciudad de México conformado por músicos, directores, cantantes y miembros de CMR Medios, a fin, de tener compañerismo con nuestros hermanos de Cuernavaca y de respaldar el trabajo apostólico de nuestro Hno. Alberto.

A pesar de que las condiciones del clima parecían adversas el sábado por la tarde, para el día domingo, fueron muy favorables durante el desarrollo del servicio dominical, que dio inició en punto de las 10AM y en donde nuestro Hno. Alberto Gómez, tituló su tema “La Demanda Del Tiempo”, en el que habló acerca del tiempo de sostener, de crecer y avanzar, con lo cual, dando un significado amplio de la palabra “sostener”, nos hizo reflexionar sobre que no todo el tiempo se tiene que trabajar para sostener algo, sino que nuestra vista tiene que estar puesta en cómo podemos superar esta etapa de sostenimiento para pasar a una fase de avance y crecimiento, porque no podemos quedarnos estancados. Mencionó que, como creyentes de este Mensaje, no podemos ser nosotros quienes se acomoden al tiempo, sino que el tiempo tiene que adaptarse a nosotros, y es terrible escuchar cuando se nos dicen cosas como “el tiempo te alcanzó, el tiempo te rebasó, estás fuera de tiempo”, sin embargo, dijo que el hombre puede cambiar el tiempo, tomando como ejemplo el caso de Ezequías en la Biblia, a quien le fue dicho que su tiempo se había acabado y que iba a morir ese mismo día, pero su arrepentimiento, su clamor y su actitud hicieron que Dios le aumentara 15 años de vida y protegiera toda su ciudad durante ese tiempo, dándole por señal el retroceso del sol en 10 grados, haciendo ver a la iglesia local, que se estaba llegando a un límite de tiempo pero que logrando una actitud correcta, las cosas se pueden revertir. Tras ello, el servicio cerró de manera sublime con la gran mayoría nuestros hermanos en el altar, por quienes se hizo una oración para el fortalecimiento y continuidad de la Obra.