80 años de vida

Hno. Alfredo González

Por Enrique Bobadilla
CDMX | 10 abril 2o24
TCDMX
Imágenes de David Hernández

Gracias por su existencia...

 

Josué 14:9-12

10 ... hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

 11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. 

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.

El pasado domingo 7 de abril El Tabernáculo de la Ciudad de México se vistió de manteles largos para celebrar ochenta años de vida de Nuestro Precioso hermano Alfredo González Domínguez, Apóstol y Pastor Fundador, a través de este medio queremos compartir con todos nuestros hermanos, el tiempo tan maravilloso que tuvimos.

Pudimos honrar la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, contando con la participación de nuestro Pastor Ángel González Ruiz, quien administró la Palabra de Dios citando las escrituras de: Hebreos 12:1, Salmos 90:9-10 y Josué 14:9-12. Titulando su mensaje: “TESTIGO”, comentando que para lograr ser dicho sustantivo en necesario, estar presente en el momento de los hechos, en las leyes naturales, una persona no puede ser considerada un testigo por algo que él hubiera escuchado, recordemos que un verdadero testigo tiene que ser de manera directa, ocularmente, para saber de qué se está hablando. Un testigo es alguien que realmente ha hecho algo, ha estado en alguna parte y ha visto algo, asimismo, un testigo no puede ser secundario, si usted va a la corte y dice: Vi un accidente en la calle y usted lo miró a través de un vidrio de una ventana, usted no podría ser un testigo.

La escritura de Hebreos 12:1 nos dice: Por tanto nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos; la escritura registra a grandes héroes de la fe como testigos y el más grande de todos es nuestro Señor Jesucristo (El Espíritu Santo), Dios siempre ha tenido cuidado de que en cada edad, y en cada tiempo Él tenga un testigo, la escritura de Isaías 43:10 nos dice: Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que YO mismo SOY. Esta escritura se aplica en la vida y el ministerio de nuestro hermano Branham, a quien en esta mañana igual conmemoramos por el 115 aniversario de su nacimiento, pero también la podemos aplicar en la vida y ministerio de nuestro hermano Alfredo González Domínguez, como un Testigo Verdadero en la década de 1970 de los inicios del desarrollo del Mensaje de Restauración en la Republica Mexicana; nuestro hermano podría decir: Yo tengo un testigo con mis hermanos y con mis amigos. El testigo más grande que tengo es Mi Padre Celestial quien confirma que lo que Él ha dicho, Dios lo ha confirmado.

Al término del servicio se tomó un espacio para dirigirle unas palabras y poder orar por nuestro hermano, quien tomó el lugar fue nuestro hermano Alberto Gómez Velasco y en su participación hizo alusión a ese gran personaje Moisés, como es que a la edad de ochenta años con una vara en su mano fue enviado a conquistar y a liberar a un pueblo, fue a conquistar a la nación más grande de ese tiempo, Egipto, nuestro hermano Alberto comentó que en el tiempo más difícil y complicado del ministerio de nuestro hermano Alfredo en el año 1987, cuando se quedó solo, Él entendió y atendió a su llamado, de trabajar por un país, sin duda en la escritura de Isaías 53:1 se identifica todo este trabajo.