El pasado día sábado 15 del mes y año en curso se llevó a cabo la “Segunda Plática de Fortalecimiento y Ubicación”  dedicada a los jóvenes y padres de familia, la cual se realizó en las instalaciones del Tabernáculo de la Ciudad de Saltillo, llevando la plática el lema: “Tomando el Papel de Hijo” basado en las escrituras de Efesios 4:17 y Hechos 12:1.

Siendo nuestro pastor, el hermano Samuel Pachicano, quien presidiera este trabajo, dijo que: “un joven que es ordenado en la iglesia, también debe de ser ordenado en el hogar”, haciéndonos reflexionar si en verdad estamos cumpliendo nuestro deber de hijo y nuestro deber de padre,  tomando en cuenta también que, una juventud sin el aprovechamiento de la experiencia de nuestros padres, no es nada, llevándonos a hacer conciencia de que es un trabajo mancomunado y que los jóvenes no nos podemos apresurar ni adelantar porque podemos  perdernos, pero también haciendo ver a nuestros padres  que ellos deben de ir adelante de nosotros  para poder aconsejarnos y darnos un buen ejemplo.

Nuestro pastor, puso sobre la mesa cinco preguntas a lo largo de la plática que duró alrededor de dos horas. Siendo estas: ¿cómo es nuestra relación entre padre e hijo?, ¿realmente estamos apoyando e influenciando a nuestros hijos correctamente?, ¿cómo es mi hijo en casa?, ¿cómo padre  o madre realmente estoy haciendo mi trabajo o como hijo lo estoy haciendo? Y ¿cómo es la comunicación en casa?

Con ello se realizó una buena interacción, levantando puntos de vista y opiniones tanto de hijos como de padres, llegando a la conclusión de que a pesar de que nuestra relación es buena, aún hay un espíritu de falta de comunicación en el que tiene mucho que ver el uso excesivo de las redes sociales que han ido absorbiendo tiempo de convivencia familiar, dejando en claro, que quienes le dieron entrada a estas redes sociales somos nosotros, pero también nosotros podemos poner un alto a ese espíritu  y acabar de una vez por todas con ese silencio en la familia que poco a poco va quebrantando nuestros hogares.

Se nos dijo que, ciertamente, nos hacemos pasar por las víctimas, siendo que nosotros somos los que nos metemos en los terrenos del enemigo y ahí es donde nos toman todos esos demonios que se mueven en ese ambiente.
De esta forma, con esta reflexión, cerramos haciendo una oración  donde hicimos el  compromiso de limar todo tipo de asperezas en la familia y finalmente se concluyó este evento con un gran tiempo de  convivencia con nuestros padres y con una cena que nuestras madres prepararon.

Y hasta aquí,  este informe de trabajo de lo que se está haciendo en Saltillo con la juventud en movimiento de esta localidad. Reciban un cordial saludo de toda la juventud de Saltillo a toda la juventud del país y más allá de nuestras fronteras a todo aquel joven que cree este glorioso Mensaje de vida y restauración.

¡Amigos y compañeros de batalla, juntos hasta el final, para la honra y gloria de Dios! ¡Dios los bendiga!