Dios les bendiga hermanos es grato para nosotros poder compartir con ustedes, acerca de nuestro 11° aniversario del establecimiento del Tabernáculo de la Ciudad de Torreón. El día domingo 17 de noviembre, recibimos la grata visita de nuestros hermanos del Tabernáculo de la Ciudad de Saltillo: Pedro Ismael Tobías Pachicano y Natanael Pachicano con el objetivo de reflexionar sobre los 11 años del caminar dentro de este tiempo a partir del establecimiento.
Iniciando nuestras actividades proyectando el video de la Capsula Informativa del Establecimiento del Tabernáculo de la Ciudad de Torreón. Posteriormente fue portador de Palabra de Dios, nuestro Hno. Pedro Tobías, diácono del Tabernáculo de la Ciudad de Saltillo. Tomando el tema: “Celebrando Y Reflexionando” levantando las siguientes escrituras de: Hebreos 12:1 y 1ra Corintios 3:9-16. Nuestro hermano tomó el significado de la palabra conmemoración que significa: ceremonia que honra la memoria de alguien o algo, llevándonos a donde nuestras acciones nos han colocado y que ha sido advertido por el ministerio que ha indicando que estamos entre la vida y la muerte, y es necesario despojarnos antes de que cierre el año. Subrayando que a 11 años de nuestro establecimiento nos convenia considerar nuestros caminos, y la importancia de renovar nuestros votos con Dios, también nos decía que era necesario despojarnos del viejo régimen y ligarnos al nuevo régimen, planteando 2 preguntas: ¿Cómo estamos a 11 años de caminar? ¿Cuánto hemos avanzado? Nos decía el número 11 es gemelar y por lo tanto este nuevo siclo que comienza trae bendiciones espirituales pero que también bendiciones literales, y nos preguntaba: ¿de qué tiene necesidad Ud.? Nos invitaba a seguir con la construcción de nuestro tabernáculo, el despojarnos y ligarnos al nuevo régimen, nos ayudará en todo momento nos impulsará a seguir a delante, y ciertamente hemos avanzado poco, y quizás no estamos ni somos lo que deberíamos de ser; pero tampoco somos lo que éramos antes ni estamos en la condición de antes, nos hemos esforzado por permanecer. Finalmente, se nos hizo un llamado al altar, primero al pastor de la iglesia y a su familia, y posteriormente a toda la iglesia, nuestro hermano oró por cada miembro y tuvimos un gran tiempo en el Espíritu.
Estamos agradecidos con nuestro Dios por ayudarnos y sostenernos por su gracias estos 11 años, pedimos de sus oraciones.
Dios les bendiga.