DECIMOCUARTA REUNIÓN
UNA JUVENTUD DESPOJÁNDOSE
PARA DESPEGAR
Por Eduardo Orozco
Atlixco Metepec, Puebla, 13 al 16 de junio, una experiencia que ha quedado impresa con letras de oro en los corazones de la juventud reunida en torno al llamado de nuestro Creador, quien desde antes de la fundación del mundo planteó esta escena para que todo aquel que así lo decidiera pudiera cambiar el rumbo de su historia y hoy la frase "una reunión puede cambiar tu vida" está más viva que nunca.
Desde el primer día Dios nos confrontó con nuestra realidad comenzando el día viernes con el Hno. Alberto Gómez, Apóstol de nuestro Señor Jesucristo, con un poderoso mensaje titulado: “La Juventud, Su Problemática Y Su Identidad”, tomando las escrituras de Hebreos 12:1 e Isaías 1:18. Llamándonos a reflexionar sobre nuestra identidad, remarcando la batalla que enfrenta la juventud. Destacando que no estamos reflejando una identidad cristiana real. Abriéndose la oportunidad de ponernos a cuentas con Dios, por decisiones tomadas sin una verdadera identidad cristiana trayendo consigo consecuencias dolorosas. Era momento de clamar por misericordia y así obtener el nuevo nacimiento el cual nos permita abrazar verdaderamente una identidad cristiana, porque cuando descubres quién eres en Cristo, caminas con propósito, te valoras, entiendes tu origen y sabes hacia dónde vas. Debemos identificarnos con Él hasta tal punto que podamos decir: “Yo estuve ahí el día del Calvario y morí con Él”. Y si nos identificamos con Su sacrificio, entonces entendemos que nos levantamos junto con Él al tercer día.
Al siguiente día conforme al programa establecido se llevaron a cabo foros sobre música, tecnología, letras y deportes, con el propósito de que los jóvenes se sintieran identificados con los temas en cuestión y demostrar que Dios también se manifiesta a través de esas áreas, para posteriormente, dar lugar al foro general: “Preparando El Futuro De Los Jóvenes”, dirigido por los hermanos Daniel Morán y José Luis Trejo, con base en Hebreos 12:1–2 y Proverbios 6:6–8. Resaltando la importancia de tener un plan de vida y una preparación constante. Las profesiones y oficios son buenos, pero la clave es el crecimiento continuo. Cuando tu identidad está definida, tus hábitos cambian, encuentras la inspiración para avanzar sin detenerte, marcando una diferencia en cada paso. Llegando a nuestra primera plática, “Las Consecuencias De Nuestras Decisiones”, impartida por los hermanos Ángel González y Alberto Gómez, tomando como base Génesis 3:1 y Apocalipsis 3:16. Remarcando nuestra falta de identidad, en cómo hemos sido tibios, al no tomar decisiones que transformen nuestras vidas. Tenemos que entender que toda decisión trae consecuencias, ya sean buenas o malas, a corto y largo plazo, por lo que no debemos confiarnos solo porque en el momento no suceda nada, recordemos que hay decisiones que marcan la vida y debemos ser conscientes de ello. Por la tarde, a través de la intervención del ministerio presente se ofrecieron pláticas sobre las etapas de la gracia, dirigidas tanto a quienes tenían dudas como a los que querían aprender a presentarlas a un amigo siendo cada exposición de bendición para cada una de nuestras vidas.
En el servicio general, Dios, a través de nuestro pastor el hermano Ángel González, nos llevó a la historia de Sansón en Jueces 16:26. Llevándonos a mirar cómo Sansón, quien fue dedicado a Dios desde su nacimiento y ligado a un voto nazareo, fue humillado, mutilado y encadenado por las consecuencias de sus decisiones. Destacó que nuestras decisiones nos atan, y que no importa cuán atractivo parezca el mundo o cuán dulce sea la voz del enemigo, éste, está listo para tomar, atar y humillar a quien acepte su vil propuesta. Sansón, en su momento de desesperación, clamó: "Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios". Y Dios respondió; Sansón tomó una decisión: "Muera yo con los filisteos". Recordándonos que Dios siempre responde, que observa nuestros corazones y que, al igual que Sansón, debemos estar seguros de que Él sigue y seguirá siendo Dios y Él proveerá una salida. Aunque nuestras decisiones nos hayan traído problemas, debemos cansarnos de nosotros mismos y clamar: muera yo con mis enemigos, con mis cargas y con todo aquello que no le agrada a Dios.
Y preparados para el clímax del día domingo; por la noche se celebró un servicio de adoración que nos permitió reflexionar y confirmar lo que necesitábamos, pues Dios ya estaba listo para dárnoslo: bautismo en agua, nuevo nacimiento y el bautismo del Espíritu Santo. Solo hacía falta una decisión.
El domingo, Dios, a través del hermano Élmer Méndez, Apóstol de nuestro Señor Jesucristo, tomó las escrituras de Isaías 44:2 y Hebreos 12:15, recordándonos que Él nos eligió y nos ama, pero que nuestras características actuales no reflejan a verdaderos jóvenes cristianos porque carecemos de identidad y porque aún no ejercemos el poder que tenemos: la decisión, al tomarla, esa resolución nos dará la fuerza y la firmeza necesarias para levantar las manos, enfrentar las duras pruebas y nos hará cambiar nuestra historia. Pero nos hemos llenando de amargura, e indiferencia la cuales nos han impedido acercarnos a Dios y Su bendita gracia. Y en ese sublime momento, donde logramos rendirnos, quebrantar nuestro corazón, doblar nuestras rodillas, y pedirle a Él de su amor y misericordia, Dios empezó a cambiar la historia de la juventud en México. Se oró para que esa unción del nuevo nacimiento, se hiciera presente, asimismo, haciendo un llamado a los jóvenes que querían aceptar a Dios como Su salvador. Cincuenta y dos almas fueron bautizadas en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Por la noche, el hermano José Juan Méndez dirigió un concierto para la gloria y honra de Dios, inspirando a los jóvenes a atreverse a servirle a través de la música. Finalmente, el evento concluyó con una oración dirigida por el pastor del Tabernáculo de la Ciudad de Querétaro, el hermano Raúl Rodríguez.
Damos gracias a Dios por este maravilloso tiempo, rogándole que pronto haya una reunión más. Que Dios bendiga cada esfuerzo que hizo posible este evento.
El tiempo cambió, y Él tiene el poder de cambiar la historia. Solo hace falta una decisión.
[ En voz de Eduardo Orozco ] |