Compartimos con ustedes las bendiciones que el Señor nos permitió vivir durante nuestro encuentro juvenil 2012, como testigos de que su Palabra no falla y que Él es el mismo de ayer, hoy y por siempre.

El día viernes nos enfocamos a desarrollar una actividad sobre la juventud y los medios de comunicación, con las preguntas: ¿qué uso les das?, los pros y los contras, ¿Cómo podemos convertirnos en verdaderos promotores de este mensaje de Restauración y Cómo ser un ejemplo para los demás?

El día sábado, las actividades comenzaron desde las 9:00. Hrs. con una serie de pláticas simultáneas por grupos, presididas por nuestros hermanos: José Luis Trejo en el grupo de 8 a 11 años, Moisés Barahona en el grupo de 12 a 15 años, Ricardo Yáñez en el grupo de 16 a 20 años, Ángel González en el grupo de 21 a 25 años y nuestro hermano Arturo Guarneros en el grupo de 26 años en adelante. En las diferentes pláticas se tocaron abiertamente temas pertinentes a las problemáticas, retos y dudas, enfrentadas por mujeres y hombres en cada etapa de la vida y el caminar cristiano, con la finalidad de poder ayudar y orientar de una manera más precisa a cada joven, adolescente y señorita.

Por la tarde, hubo tiempo de esparcimiento, juego y recreación a través de distintas actividades deportivas para promover el compañerismo y la unidad en los jóvenes. Finalmente, nos dimos cita a las 18:00 Hrs. en el auditorio para tener un concierto de

alabanza y adoración a nuestro Señor Jesucristo que titulamos "Hazme Oír Tu Voz", en donde se presentaron los grupos musicales de Los Cabos, Coahuila, Ciudad de México y Michoacán, quienes nos deleitaron con su don permitiéndonos tener una noche de regocijo pero al mismo tiempo sublime y gloriosa, haciendo un llamado a colocar y despertar los dones de canto y música al servicio del Señor.

Al término del concierto nuestro Hno. Alberto Gómez tomó el lugar a fin de dar un breve mensaje de preparación para el servicio del domingo, en el que enfatizó el hecho de que esta reunión marcaría la vida de muchos de los jóvenes ahí presentes para levantarse también como un gran resultado del trabajo en nuestra nación. Con esta reflexión, nuestro Hno. Alberto cerró la noche con una oración de fortalecimiento que nos encaminó al día siguiente.

Nunca antes habíamos visto un cierre tan sublime, y el día domingo observamos a una juventud rendida en la búsqueda de recibir conforme a su fe. Este día nos marco que si vivimos el presente podremos mirar el futuro y ser parte de él para ser colocados en posición y desplegar los atributos de un verdadero hijo de Dios; más hoy debemos de cuidar lo que recibimos para ser capaces de proyectarlo, compartirlo porque este es el tiempo en que nunca podremos agotar a nuestro Dios. Mantengámonos en movimiento para continuar este viaje al cual el Señor nos llamo a seguir.