Es grato saludarles en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, los pasados días del 11 al 13 de octubre del presente año. Contamos con la presencia de nuestro Hno. Alberto Gómez, Apóstol de nuestro Señor Jesucristo, Hno. Miguel Bobadilla, diácono del Tabernáculo de la Ciudad de México juntamente con sus apreciables esposas, asimismo, estuvo en nuestros medios el Hno. José Carlos Santiago García, Pastor oficial del Tabernáculo de la Ciudad de Acapulco juntamente con su Iglesia.
El viernes por la tarde se nos convocó a una plática general que fue abordada por el Hno. Alberto Gómez y el Hno. Miguel Bobadilla. Con base en las escrituras de Hebreos 12:1-4 y 1ª Corintios 3:6-14, en la que se nos hacía reflexionar profundamente, si realmente entendemos el establecimiento, si lo necesitamos y si lo queremos, porque realmente estamos pendiendo de un hilo, mientras no tengamos el establecimiento que es la base de la iglesia para seguir adelante. Dándole seguimiento el sábado por la mañana se continuó con visitas a los hogares, durante las cuales se remarcó la necesidad de escarbar en los matrimonios como en los hijos para hacer una liberación en cada uno de ellos. Por la tarde se abordó una plática de acuerdos, levantando las escrituras de -1ª Corintios 3:9-14, -Hebreos 12:1-3, y San Juan 16:9-11. Planteando la pregunta: ¿He hecho negocios con Dios? Por qué si uno se arraiga a Dios nuestra economía se basará sobre la roca y no sobre la arena. Donde también se nos hacía mención que el sobre peso te lleva al razonamiento y el razonamiento al descreer y el descreer al no mirar las promesas. Ya que vamos más allá del entusiasmo.
Cerrando el Domingo por la mañana, en donde el vaso portador de la Palabra fue nuestro Hno. Alberto Gómez, quien levantó las escrituras de Efesios 2:20-22, Romanos 7:5-6 y Hebreos 12:1 Levantando como base el mensaje: ¿A Quién Iremos? Contando la anécdota de cuando nuestro profeta William Marrion Branham visitó la Ciudad de México, donde se encontraba con edificios inclinados y mencionaba que en su momento no se escarbó lo suficiente hasta encontrar la roca sólida, llevándonos a pesar como cristianos en nuestras bases, donde, es escarbar como matrimonios e iglesia. Por qué, de que sirven las piedras, sí no hay un cantero que les dé forma. Y que el nombre tiene mucho que ver con la situación del lugar, cómo Xaltianguis su significado es: mercado sobre arena. Y Como cristianos podemos cambiar la situación a un Xaltianguis fundado sobre La Roca. Quedamos con una visión clara de que nuestro objetivo y nuestra meta es dar el extra en esta recta final para lograr nuestro establecimiento.
Se culminó con una oración por la iglesia de Xaltianguis donde el Espíritu de Dios se derramó en gran manera sobre cada una de nuestras vidas.Damos gracias a Dios por tenernos en sus planes.
Enviamos saludos al cuerpo apostólico, a nuestro Hno. Alfredo González, Apóstol de nuestro Señor Jesucristo y su apreciable esposa la Hna. Rosita Ruiz.
