Hasta Pronto

Hna. Macaria González

Aarón Servín
CDMX | 20 marzo 2020
TCDMX
Fotografía: Eder B. y Aarón S.

"Una vida que inspira..."

 

2da. Reyes 4:8-10

Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.

El día 18 de marzo por la mañana una gran guerrera de la fe en nuestros días emprendió el camino de vuelta al hogar celestial a reunirse con los santos que están en gloria y con nuestro Señor Jesucristo quien la ha llamado para estar con Él; durante estos días se llevaron a cabo tres servicios de Horas Fúnebres en donde miembros del Tabernáculo de la Ciudad de México, su Pastor y ministerio, asistieron para fortalecer a la familia Alarcón González, asimismo estuvieron presentes el Hno. José Luis Trejo López, Pastor del Tabernáculo de Iztapalapa y el Hno. Samuel Pachicano Rodríguez, Pastor del Tabernáculo de Saltillo, acompañados de sus familias y quienes comparten un vínculo familiar.

Cabe señalar que la vida de nuestra Hna. Macaria fue semejante a la de la mujer Sunamita conforme a la escritura de 2da. de Reyes 4:8. Esta afirmación la hizo nuestro Hno. Otniel González Ruiz, Apóstol del Señor Jesucristo, destacando que la vida nuestra preciosa hermana fue notable y ejemplar siendo una verdadera cristiana y mujer de oración. Posteriormente nuestro Hno. Alfredo González, Pastor Fundador del Tabernáculo de la Ciudad de México, compartió que fue una mujer virtuosa y que cuando verdaderos hijos de Dios parten hay un duelo, pero también hay gozo de saber que pelearon la buena batalla y vencieron para poder encontrarse con aquellos seres especiales que están en la gloria, con quien compartió sus días.

Fueron muchos los testimonios de hermanos en la fe y familiares y tiempo faltaría para compartir el gran amor hacia la Obra del Señor que nuestra hermana demostró junto a su esposo el Hno. Juanito Alarcón, quien se adelantó en su camino, y los llevó a ser un monumento de Dios probado por el tiempo, reuniéndose nuevamente en la Gloria.