Este fin de semana Dios nos permitió tener la grata visita de nuestros hermanos del Tabernáculo de la Ciudad de México. El Hno. Mario De La Luz, Cabeza de Diáconos, acompañado con su esposa la Hna. Teresa González, el Hno. Adonai Ortiz y su esposa la Hna. Mari Morales junto con los jóvenes Eliseo Pizaña y Josué Morales. Las actividades iniciaron con una plática dirigida a la iglesia la cual fue impartida por nuestros hermanos Mario De La Luz y Adonaí Ortiz, quienes tomaron las escrituras de Hebreos: 12:1 Tomando siete puntos importantes: 1. Advertencia 2. Revisar mis bases y mi experiencia 3. Reedificación, Reconstrucción y Renovación 4. 2020 “El epicentro de los eventos” 5. Entre la tierra y el cielo 6. Despojarse de todo 7. El cierre del año del despojamiento.

En la plática se abordaron los tres primeros puntos donde nos mencionaban la gran advertencia que se nos ha venido marcando desde el año 2017, regresándonos a checar nuestras experiencia personal con Dios recalcándonos que solo hay una manera de regresar a Dios y es a través de un arrepentimiento sincero, que aún era necesario una Reconstrucción en nuestra iglesia literal como en la parte espiritual y en el año 2019 se inicia la reconstrucción para muchas iglesias, logrando reedificar y renovar nuestras iglesias en lo literal y Espiritual.

donde nos habló que ya es tiempo de lograr el gran despojamiento, estamos a pocos meses de terminar el año 2024 y es necesario arribar al próximo año de la mejor manera , hoy nos encontramos en la edad cero, pero se requiere de un ministerio con visión que nos indique los tiempos en los que estamos viviendo y por Su gracia, Él nos ha dado un TIEMPO DE LIBERACIÓN. La presencia de nuestro Señor Jesucristo se pudo sentir en nuestros medios haciendo un llamado al altar para dejar todas nuestras cargas y ser sinceros con Dios; sin duda tuvimos un hermoso encuentro con nuestro Señor Jesucristo.

Antes de cerrar la oración se hizo un llamado para orar por sanidad divina,creyendo con todo nuestro corazón que Él llevo nuestras cargas y que por sus llagas hemos sido sanados para la honra y gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Reciban saludos de nuestro Hno. Oscar Marín y de su iglesia. Dios les bendiga