Que el Señor les bendiga grandemente, es un deleite compartir con ustedes las obras y maravillas de Dios para con su pueblo en el Tabernáculo de la Ciudad de Tapachula, Chiapas.

Conforme al plan de trabajo local por parte de nuestro pastor, se llevaron a cabo durante 2 meses servicios, los días martes, viernes y domingos, en clases dominicales, en los cuales se abordó el tema “Santificación”, para consagrar y limpiar la vida de cada miembro de iglesia. Se dio por concluido un trabajo que estaba en los planes de Dios, y es así como se nos dio cita los días viernes 7 de junio y domingo 9 de junio para poder tener una certeza y una confirmación de que en verdad la unción de santificación llegaría a nuestras vidas.

El día viernes por la tarde nuestro pastor el Hno. Elmer Méndez López, tomó el lugar para traer una plática antes de finalizar el trabajo el día domingo, y tomó la escritura de Hebreos 10:22-23, donde enfatizó que la santidad debe de ser una manera de vivir para nosotros,  así como lo fue para los miembros de la Iglesia en Éfeso, debemos reflejar en nuestra vida publica a una persona santificada, separada de las cosas del mundo, porque uno de los significados de la santificación es separar, y es donde se nos aparta y consagra para servir.

Para el día domingo se convocó a la Iglesia local a las 8 a.m. A nuestro servicio especial de cierre de Santificación, venimos con toda la actitud y disposición de recibir esa bendición, es así como se dio la entrada al Tabernáculo y desde que se entonaron los primeros cantos la Iglesia entró en la unción y en el espíritu para poder recibir la bendita Palabra, dando el lugar a nuestro pastor, quién levantó el tema: “Perfeccionando la Santidad en nuestras vidas”, con las escrituras de Hebreos 9:11-14, 1ra Corintios 5:7-8 y 1ra Tesalonicenses 5:23. Nos dijo que debemos observar si somos lo que Dios desea o somos los culpables de hacer cosas inadecuadas ya que esos son errores de la vida y desagradan a Dios; debemos mirar que Dios esta cansado de tanta lujuria y lascivia y que con nuestra santificación nosotros debemos de darle un corazón limpio que le agrade y darlo con revelación para que Él pueda morar en cada uno. Al finalizar nos rindimos ante la presencia de Dios, y a través de la imposición de manos nuestro pastor hizo una oración por cada uno sin faltar ningún alma que estuvo presente, siendo las 10:25 de la mañana la unción de santificación descendió para quienes entregaron su corazón a Él y fueron limpios como lo dice su Palabra, y se dejó claro que quienes lo hicieron por revelación esto es un compromiso, un voto y un pacto de vivir en Santidad.

Y es así como la Iglesia del Señor en Tapachula se esta preparando ahora para empezar un nuevo reto a la siguiente etapa que es luchar por afirmar la promesa del Nuevo Nacimiento en nuestras vidas; es tiempo de preparación. Deseamos que el Señor les bendiga y la Iglesia local ruega de sus oraciones y reciban un cordial saludo.